“La aparición de un concepto de automóvil que ha seguido tomando fuerza hasta nuestros días. Fue el 2 de noviembre de 1983” cuando el grupo norteamericano presentó por primera vez un nuevo concepto del vehículo, el monovolúmen.
Desde entonces, sus monovolúmen se comercializan en 72 países de los cinco continentes y siguen ofreciendo respuesta a las demandas de utilidad, versatilidad y estilo de los usuarios.
Su excelente aceptación entre el público han llevado a Chrysler, sin duda una de las empresas líderes en el sector del automóvil a nivel mundial, a vender más de 10 millones de unidades por todo el planeta y a situar a sus monovolúmen en el primer puesto del ranking de ventas en Norteamerica en la actualidad.
Pero su expansión a nivel mundial no fue tan rápida como se pudiera pensar, y hasta 1987 no se introdujo, por ejemplo, en el mercado europeo. En principio, los monovolúmen de la marca norteamericana equipaban motores de gasolina y hasta 1993 no aparecieron las primeras unidades con motor de gasóleo.
El éxito de estas mecánicas es tal que el 70 por ciento de los Chrysler Voyager y Grand Voyager que se venden en Europa incorporan mecánicas turbodiésel. Para incrementar sus ventas y expandirse definitivamente a nivel mundial, la marca introdujo en 1996 las versiones con volante a la derecha, lo que le abría el mercado de Reino Unido, Japón, Australia y Suráfrica. El éxito en Gran Bretaña fue rotundo y Chrysler ha comercializado más de 30.000 monovolúmen en 8 años.
De un tiempo a esta parte, tras la aparición de gran cantidad de marcas emergentes de bajo coste, fundamentalmente coreanas y asiáticas en general, Chrysler ha perdido su hegemonía de manera clara y apenas podríamos citarla como una de las marcas que más unidades de monovolúmenes venden en la actualidad, al menos en Europa, pero es justo reconocer el su importancia en el nacimiento y evolución de uno de los conceptos de coche que más se desarrolla en nuestros días.